Catamundi es lo más cercano al paraíso, rodeados de vino, productos gourmet, y hasta puros y cigarros, un equipo de cocineros trabajan dentro de una impresionante barra preparando cocteles y platillos deliciosos.
Basta entrar para toparse de frente con el pan, si van, no se pierdan esta deliciosura, es algo lleno de mantequilla con un pan suave y perfecto, pedacitos de azúcar crunchie y fresa, aunque a mi me supo a frambuesa, sólo tenerlo en tus manos te hace feliz, ya ni para que les cuento la felicidad de probarlo.
Pueden encontrar de todo, especias, cerveza, puros y cigarros, licores, aceites, cositas cute para regalar como un kit de mole, creo que es un gran lugar para Navidad, todo se puede regalar aquí, hasta hay una sección de libros.
Lo cool de este lugar es que no sólo es tienda, también es restaurante, y pueden prepararte desde un plato de quesos, hasta comida deliciosa, desayunos, cenas y para picar.
Pedimos unos calamares témpura que no tenían madre, la salsa ponzu les daba un toque perfecto (yo se que siempre van con salsa tártara pero pues no me encantan, el ponzu les da el mejor sabor ever) me encantó que estaban cero grasosos, el capeado era perfecto, crujiente, uniforme, espectacular.
También probamos una ensalada de burrata, el sabor me encantó, los jitomates rostizados, la porción, y el evidente amor con que fue creado este plato, son perfectos.
Seguimos con una tostada de ceviche de robalo. UFFF me pudo matar, me chocan los ceviches insípidos y este estaba lleno de sabor, el toque de rábano, el justo balance de chile, el limón perfecto, el pescado fresquísimo y la tostada azul para contrastar, hacen de esta una entrada deliciosa, llena de matices, fresca y espectacular.
Algo que casi nunca se ve es el monkey bread, este, recién salido del horno, con la mantequilla brotando por todos los poros del pan, reconfortando nuestra alma y haciéndonos sentir en casa, suavecito, calientito y especial, así es este pan.
Aunque ya estaba bastante sorprendida, lo mejor llegó al final: LOS POSTRES, smore´s, Oreo y Bubulubu caseros, galletas, malvavisco con textura de mousse, una felicidad eterna, de las que sólo sentías cuando tu mamá te daba más dinero y ahora si, toda la cooperativa podía ser tuya.
Como su nombre lo dice, Catamundi es un lugar para los amantes del vino, tienen una variedad enorme a precios buenísimos, y para que no les pase como a mi en las catas, pueden comprar este kit “Mesa de Sommelier” donde vienen los frasquitos con los olores que se pueden llegar a encontrar en el vino. La Sommelier es una monada y te explica todo perfecto, así que no duden en acercarse a ella.
Y como ya es tradición, la foto desde el baño.
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